"He recorrido tan pocos caminos
y he cometido tantos errores.
Risible vida, risibles contradicciones,
así fue y será siempre.
Me entristece mirarte. Otros labios
desgastaron el calor y el latido de tu cuerpo.
Que importa. Que importa que caigan sin sentido
tantas lloviznas muertas.
No las temo. No temo
el moho y la podredumbre amarillenta.
No nací para una vida dulce y una sonrisa.
El patio de la casa esta sembrado
de los cerezos color de osamenta.
Sí, elegí el invierno
y el marchitarse sin ruido
no debe entristecer a nadie.
Jorge Teillier
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